Taller de haikus de cuento ilustrados
Los profes y alumnos de secundaria, además de crear nuestro programa de televisión, también queríamos nuestro taller. Debía ser un taller novedoso, dinámico, que combinara los cuentos con la creatividad, la creación literaria con la creación artística y, además, interdepartamental. Y de ahí surgió la idea.
¿Cómo se organizó el taller?
La idea era que todos los alumnos de secundaria pasaran por él, así que organizamos turnos: mientras unos grupos estaban en otras actividades, otros acudían al taller de haikus.
Primer paso. Momento explicación
Durante los diez primeros minutos, las profes Graciela, Marisa y el que suscribe, explicaban a los alumnos lo que era un haiku a través de vídeos y leíamos creaciones de mis alumnos escritas en cursos anteriores. Naturalmente, la actividad también sirvió para recordar las nociones básicas de métrica.
Segundo paso. Momento creatividad
Llegaba el momento de pensar en un motivo de cuento que nos sirviera de inspiración para crear el haiku. Al principio costó un poco, pero enseguida le cogimos el tranquillo y algunos, incluso, escribieron varios haikus.
Tercer paso. Momento ilustración
Finalmente, era el momento de ilustrarlo. Los alumnos que iban terminando se iban al aula de plástica y allí, con la profe Bea, trataban de ilustrar su haiku de manera conceptual, minimalista, muy al estilo japonés, con materiales varios. La verdad es que algunos resultados son realmente buenos.
¿Cómo se organizó el taller?
La idea era que todos los alumnos de secundaria pasaran por él, así que organizamos turnos: mientras unos grupos estaban en otras actividades, otros acudían al taller de haikus.
Primer paso. Momento explicación
Durante los diez primeros minutos, las profes Graciela, Marisa y el que suscribe, explicaban a los alumnos lo que era un haiku a través de vídeos y leíamos creaciones de mis alumnos escritas en cursos anteriores. Naturalmente, la actividad también sirvió para recordar las nociones básicas de métrica.
Segundo paso. Momento creatividad
Llegaba el momento de pensar en un motivo de cuento que nos sirviera de inspiración para crear el haiku. Al principio costó un poco, pero enseguida le cogimos el tranquillo y algunos, incluso, escribieron varios haikus.
Tercer paso. Momento ilustración
Finalmente, era el momento de ilustrarlo. Los alumnos que iban terminando se iban al aula de plástica y allí, con la profe Bea, trataban de ilustrar su haiku de manera conceptual, minimalista, muy al estilo japonés, con materiales varios. La verdad es que algunos resultados son realmente buenos.
Alberto G.